viernes, agosto 19, 2005

IN y OUT en Fondos de Capital de Riesgo

Con el boom del Capital de Riesgo de los últimos meses, comienzan a surgir nuevos hábitos y practicas que desplazan antiguas costumbres, por lo que faranduleando un poco el tema, podemos destacar los “In” & “Out” de los Fondos de Capital de Riesgo.

¿Cuáles están In?

1.- Hoy es bien visto que los administradores de los fondos se involucren en la gestión de las empresas donde han invertido los fondos. ¡Chao! a esa frase con que un ex administrador de fondos daba a conocer su fondo, diciendo: “Nosotros somos inversionistas pasivos”. Por cierto ese administrador se dio una vida fácil, pero afortunadamente ya no está vigente.

2.- Actualmente es marcada la tendencia a diseñar fondos orientados a invertir en segmentos de mercados. Los antiguos fondos buscaban la generalización, hoy se tiende a la especialización. Muchos administradores honestamente reconocen preferir ser buenos para algo, que mediocres para todo.

3.- Los aportes a los fondos los inversionistas los comprometen mediante “Contratos de promesas de suscripción y pago de cuotas”, las que se pagan en la medida que el administrador vaya realizado las inversiones en empresas elegibles. Durante años la costumbre era realizar todos los aportes de una sola vez, esperando con paciencia a que el administrador utilizara los fondos y rezando para que no le viniera pereza.

4.- Hoy es habitual exigir a los administradores que arriesguen parte de su patrimonio en cuotas de los fondos de inversión, de forma tal que sientan por si mismos, los efectos de sus malas y buenas decisiones.

5.- La presencia de dueños de las administradoras por medio de una participación activa y en el día a día, de la gestión de los fondos y de sus empresas. Nunca más administradoras cuyos dueños están lejanos de la gestión de sus fondos, relacionándose con su administradora sólo por medio de su presencia en directorios mensuales.

¿Y qué está Out?

1.- Los Directores externos, aquellos importantes y emperifollados señores que habitualmente aparecen en las páginas sociales, que representaban a los fondos en los directorios de las empresas en que invertían esos fondos. Su aporte al monitoreo de las inversiones de los fondos, como asimismo al diseño de estrategias para las empresas en sus respectivos directorios, ha sido lamentablemente muy discreto.

2.- Pagar precios desmesurados por la compra de participaciones accionarias. Aunque no lo crean, se llegó a pagar 40 veces el valor de libros, basado espero, sólo en la fantasía de los flujos. Claro está, que cuando la inversión se vendió, no hubo ganancias.

3.- La falta de comunicación de la administradora con los aportantes y la nula participación de ellos en las decisiones de inversión, como si fueran entes ajenos.

4.- La improvisación en la redacción de los Pactos de Accionistas, que a larga se paga caro.

5.- Judicializar los problemas con los aportantes. Las experiencias pasadas han sido nefastas para la industria.