miércoles, febrero 22, 2006

¿El capital es cada vez menos capital?

Hoy se publica en Economía y Negocios de El Mercurio, un artículo titulado “Fondos de Inversión: El capital es cada vez menos capital”, que los invito a leer pinchando aquí. El estupendo titulo con que el periodista Cristián Rodríguez, coordinador de los temas económicos y financieros, resume el contenido del artículo, da cuenta de una realidad que los empresarios y algunos administradores de fondos aún no le conceden la importancia que tiene, esto es, la gran diferencia que significa la capitalización de las empresas por un fondo de inversión versus un inversionista cualquiera. El fondo cuando decide invertir en una empresa, normalmente lo hace después de una gran prospección del mercado, un análisis en profundidad de la empresa, incluyendo el respectivo due diligence y la convicción que se trata de una empresa de gran potencial dirigida por empresarios capaces. Todo ello es reconocido satisfactoriamente por el mercado financiero, los clientes y los proveedores, quienes después de la inversión se dan cuenta que están frente a una empresa “de peso” y “de pesos”, con la cual es confiable tener relaciones.
Tuve la ocasión de cooperar con algunas ideas que Cristián expone en su artículo, y aún cuando él menciona la importancia que para una empresa significan los aportantes del fondo que están detrás de una inversión, quiero permitirme mediante una experiencia, ahondar en el concepto. Los administradores de fondos cuando están diseñando su futuro fondo, deben saber escoger muy bien a sus aportantes, no dan lo mismo quienes sean, no basta solo el dinero que ellos aporten, es importante que se trate de inversionistas de prestigio, eso fortalecerá al fondo y facilitará sus inversiones. Eso lo aprendí hace ya unos buenos años cuando diseñé el fondo Columba (hoy en etapa de liquidación), ese fondo se orientaba a las inversiones tecnológicas y tenía como aportante principal a la multinacional SONDA. En mi calidad de Investment Manager del fondo, pude palpar lo bien que era recibido en el ambiente empresarial, cuando daba a conocer que detrás del fondo estaba SONDA; los empresarios de inmediato se sentían socios de esa gran empresa y percibían la importancia de ello para sus futuros negocios. Constaté que si las ideas son buenas el capital abunda, pero los buenos socios no siempre abundan, los fondos de inversión por lo general, son muy buenos socios y además tienen capital.

jueves, febrero 16, 2006

¿Hay en Chile Capital de Riesgo?

Las vacaciones no han sido de descanso para la industria del Capital de Riesgo. Pude ser testigo de un interesante debate sobre si lo que se hace hoy en el país es Capital de Riesgo u otra cosa lejana de ese concepto. Por cierto hay posiciones encontradas, pero como en casi todo orden de cosas, en mi opinión, todos tienen una dosis de razón.
Toda la discusión tiene su origen en la Ley 18.815, que en su origen normaba la actividad de los Fondos de Capital de Riesgo, pero que a comienzos de los años 90, el legislador dio un paso al lado, prefiriendo normar la actividad de los Fondos de Inversión. La diferencia parecía sutil, cambiar un nombre por otro, pero para los especialistas fue una cirugía mayor.
Los Fondos de Capital de Riesgo normalmente se dedican a invertir en actividades dirigidas por emprendedores con poca historia, en empresas en su etapa emergente y donde la innovación juega un rol importante. Es decir, hacen apuestas de alto riesgo, con la expectativa de un alto retorno. Muchos especialistas dicen que este tipo de actividad no se hace en Chile, en consecuencia afirman, en el país no hay Fondos de Capital de Riesgo.
Por otra parte, hay quienes opinan que la veintena de Fondos de Inversión que hoy están activos en la inversión en empresas, son parte fundamental para la industria de Capital de Riesgo. Reconocen que en sus portafolios las iniciativas emergentes e innovadoras no son mayoritarias, pero que se está en el camino lógico de desarrollo, donde para crear confianza entre los inversionistas y desarrollar una experiencia de administración por los equipos gestores, es necesario constituir un mix de inversiones que acoten el riesgo promedio de ellas. Con el tiempo y basados en experiencias de éxito, tanto inversores como administradores, estarán preparados para abordar portafolios de mayor riesgo. Así ha sido la experiencia de los países líderes en estos temas y corresponde al desarrollo natural de una industria muy sui generis, donde los inversionistas depositan su capital y su confianza en administradores independientes, por un largo período de tiempo donde no gozarán de liquidez y estarán expuestos a los riesgos de las inversiones y la variabilidad de los ciclos económicos.
Entonces en estricto rigor, no hay un Capital de Riesgo puro en el país y tendrían razón en la discusión aquellos que así lo afirman. Pero ¿Es necesario el Capital de Riesgo, definido de forma estricta?, personalmente creo que sí. Porque observando los países de reciente éxito, vemos que ellos fomentan la innovación y el surgimiento de emprendedores, y es allí donde el Capital de Riesgo propiamente tal tiene su caldo de cultivo. Sin embargo dado que localmente no están dadas las condiciones para que esto se de naturalmente, se hace necesario que el Estado otorgue las condiciones o incentivos suficientes para que la actividad se desarrolle. Ese es el desafío y en este contexto, al sumar una variable de riesgo adicional a la decisión de los inversionistas, como lo es la innovación, se deben crear instrumentos que reconozcan tal aumento de riesgo, balanceándolo con incentivos atractivos, que seduzcan el interés tanto de inversionistas como de administradores.